Muchas veces he empezado a escribir con una pregunta, no se como evitarlo. Quizás esas preguntas vienen de mi necesidad de encontrar la esencia de la vida. Muchas veces nos desvelamos buscando esas respuestas, se nos va la vida queriendo responderlas, y al final del camino nos damos cuenta que la única respuesta era vivir. Siempre hay obstáculos, dolor, sufrimiento, pero también hay momentos de placer, amor, felicidad. Dicen que la felicidad no existe, que solo existen los momentos felices. Creo que está en nosotros hacer que esos momentos de felicidad duren más tiempo que los de tristeza. Muchas veces cuando me sucede algo que me provoca dolor pienso: por qué prolongar el momento de dolor dedicándole mis pensamientos y mis actos, es en esos momentos que trato de dejar el sufrimiento de lado (que siga su camino) y buscar mi momento de felicidad. Hay cosas inevitables como la muerte. Cuando perdemos un ser querido lo lloramos por años, acaso así lo estamos volviendo a la vida? Por qué no pasar esos años con los buenos recuerdos y no lamentando lo que perdimos. Las cosas inevitables e irremediables escapan de nuestras manos, no por más sufrir las vamos a revertir. Cómo vivimos está en nuestras manos. Tenemos que aprender que la vida también es dolor y muerte, empezamos a morir desde que nacemos, lo importante es aceptarlo y hacer que nuestros días sean NUESTROS, que cada instante construya un peldaño hacia el final de nuestra vida, aunque sea una escalera de sufrimiento y felicidad tenemos que hacer que la baranda sea la esperanza, solo eso hará que no caigamos en el abismo de la nada.
Verónica Quiroga